Nos han dado donde mas nos duele y quieren acabar con su joya.
Se han empeñado en apagar lo que mas brilla.
Lo que mas nos gusta. Lo que exhibimos y hacemos gala con orgullo por donde vamos.
La envidia de todo aquel que lo llega a conocer.
Nuestra rebeldía, tanto interior como exterior, parece que no será suficiente para evitar el fatal desenlace.
Pero mientras, hacemos todo lo que podemos.
Para empezar, mientras el Gran Maestro sigue defendiendo la causa contra viento y marea para mas tarde sus santerianas tener que calmarle, nosotros los santerianos nos hemos parapetado como mejor sabemos.
Tras una fiesta tras otra.
Pero en el fondo nos han hecho dañito. Porque a todos se nos ve cara de incredulidad, al ver como nos están zarandeando todo nuestro mundo, todos nuestros recuerdos y nuestra mas preciada joya.
Hay cosas que no se tocan.
La resistencia está en marcha.
SANTERIANOS!!!!!
A MUERTE!!!
