jueves, 21 de junio de 2007

Que nos pinten de azabache el alma

Entre el sueño, la alergia y la pena.
La lluvia y más cosas del alma.
Entre el embrujo del parpadeo de la quinta pestaña. La que habla y seduce sin decir nada.
Entre suspiros del viento se mantiene el equilibrio de las fantasías.
Entre conciertos, pensamientos y sentimientos.
Uno se emociona cuando se pierde por dentro y no quiere que se acabe.
Sin perder o ganar. Simplemente disfrutar y escuchar.
Se que vengo y se que voy, pero he tomado conciencia plena. Y en mi silencio a veces me siento libre.
Y si a uno le gusta, todo vale. Y si no, pido perdón.
Pero hay que tomarlo con calma, porque la vida siempre gana. Porque todo cambia.
Y como es difícil pensar en algo que sea eterno, que nos pinten de azabache el alma.

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