lunes, 18 de junio de 2007

Tu silencio

Las pequeñas cosas me llenan de alegría.
Las que hacen que siente la cabeza en las nubes.
Perdido en el abismo entre tus brazos.
Abrázame que no pueda respirar y piense alguna vez en ti.
En mi cuerpo habitan los zarpazos de tu silencio que curo con tu aroma de niñez.
En este ambiente frágil como el cristal, tu cuerpo es un acantilado donde el mío estalla contra el, convirtiéndose en espuma.
Como si fueras magia apareces y desapareces.
Ahora si, ahora no. Ahora tu, ahora yo.
Y aunque no lo diga, en mis sueños te quiero devorar.

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